Como todo, Fucking Dreamers (FKD) tiene un comienzo.
Un comienzo largo... muy largo, un comienzo muy, muy largo, un comienzo muy, muy largo... finalmente entiendes lo que...
Y al principio, la idea nació al volante de mi súper Lucifer Kadjar rojo. Como muchas ideas tontas. Pero éste tiene otra energía.
Obviamente ves de qué energía estoy hablando.
El que te llama la atención y se destaca como obvio. Esa que te agarra por las entrañas y que resuena como un eco que no quiere morir en las altas montañas. El que llega a la parte más auténtica de tu ser. Quien revela tu fuerza y tu poder...
Piensas en grande. Te ves en la cima. Piensas en la idea del siglo.
Quieres cambiar el mundo.
Entonces, como toda buena idea, empiezas a investigar, intentas encontrar todas las herramientas que puedas necesitar para crear a tu bebé, tallas el diamante que iluminará el mundo... Tu mente está hecha de acero. Tu idea es revolucionaria.
Pero tu cuenta te devuelve a la realidad.
Entonces cambias tu estrategia de ataque.
Y maldita sea, ¿es tu bebé o no? ¿Quieres llegar hasta el final o te rendirás como muchos? ¡Tú no eres así, no te vas a dejar vencer por tan poco! ¡Hay muchas cosas que hacer y aprender para lograr tus objetivos!
Bueno, hay soluciones… ¿verdad?
1…
2…
3 años…
Y tal vez más...
Se está quedando sin fuerza. Te estás quedando sin aliento.
Y maldita sea… es muy difícil. Reduces el ritmo y dudas. Terminas diciéndote a ti mismo que tal vez no sea para ti. Al final, ¿qué sentido tiene crear una marca de la que nadie oirá hablar?
Después de todo, hay tantas... ¡Una gota más de agua en un océano que ni siquiera notas!
Sí, pero tu idea es mejor. (Obviamente es tuyo) Y luego durante este tiempo has recorrido un largo camino, has crecido, has vivido, has descubierto… Entonces terminas refinando tu por qué. (Ese famoso puto “Whyanh”)
Sí. Después de años de no creer en ello, de dudar, de encontrar todas las excusas del mundo para posponer el plazo, de poner esta idea revolucionaria en un rincón oscuro de la cabeza (el rincón de los arrepentimientos)... Ya sabes por qué has tirar !
Y está ahí. Exactamente en este momento… ¡que comience la aventura!
Malditos soñadores